Dalai Lama
¿QUE HACE ESPECIAL A UN NIÑO?
La historia de hoy es la de un particular niño, que nació en el año 1935 y que más tarde, aquel niño campesino, sería proclamado el 14vo. DALAI LAMA.
Nació en una humilde aldea de apenas 20 familias, llamada Takster al Noreste del Tíbet. Como suele ser el destino de los grandes Maestros “que vienen a tomar cuerpo físico a voluntad para el servicio a la humanidad doliente”, está lleno de misterios y situaciones inéditas que van dejando en su relato variadas enseñanzas y reflexiones.
El mismo Dalai Lama cuenta en sus anécdotas que sus instructores (Lamas) tuvieron que aplicar fuertes disciplinas para poder encausar la personalidad que había adquirido ya a los 2 años de vida.
El niño había sido hallado en el seno de una familia campesina, que criaba cerdos, y él estaba acostumbrado a alimentarse de esta carne; como es de amplio conocimiento, la Tradición Budista tiene como principio no matar nada que tenga Vida, de tal forma, comer carne, es un acto que va en contra de los principios de esta religión. Por lo cual desobedecía y solía escaparse a la casa de su madre para poder satisfacer su acostumbrado menú.
Otro comportamiento curioso de la infancia del niño era su marcada pereza. No gustaba del estudio, de la memorización de grandes tratados, ni tampoco le gustaba la meditación… Pero era un “Océano de Sabiduría”, esa es la traducción de su título: Dalai Lama.
¿Por qué siendo tan niño y con tantas debilidades, ya expresaba tanta Sabiduría?
La Sabiduría Gnóstica nos explica que la personalidad del niño se forma desde los 0 hasta los 7 años. Toda impresión que se recibe desde el momento que la criatura ve la luz, empieza a formar aquella estructura energética llamada Personalidad.
Las Costumbres y comportamiento que el nuevo individuo va observando de sus padres, familia y demás gente que lo rodea, va generando los gustos, aversiones, temores, y todas las características que perfilan nuestra Personalidad por la cual somos conocidos y diferenciados unos a otros en la sociedad, PERO QUE NADA TIENE QUE VER CON QUIEN SOMOS REALMENTE, EN NUESTRA INTIMIDAD, CON QUIEN ES NUESTRO SER INTERIOR PROFUNDO.
El pequeño Lama parecía que no se aventajaba de qué hace apenas 3 años atrás estaba ocupando su anterior cuerpo, cuando era el 13vo Dalai Lama. La tradición budista explica que el Dalai Lama tiene una misión con el pueblo tibetano, y debe reencarnar en un máximo de 49 días después de que su anterior cuerpo físico desencarnara.
Los seres vivos mueren, las plantas, los animales y los hombres. Pero los Boditsawas- quienes por su trabajo espiritual han conquistado su alma- desencarnan y luego reencarnan a voluntad, y regresan a este valle de lágrimas para alumbrar el camino de sus hermanos. Así, tenemos la maravillosa historia de este único ser que acompaña a su pueblo, dirigiéndolo como su líder espiritual y su jefe político.
Las pruebas de que el niño Lhamo Dhondup (nombre de cuna) era la reencarnación del Maestro fueron claras y fehacientes. El niño recordaba el nombre de sus colaboradores más cercanos, y reconocía una gran serie de objetos que le habían pertenecido a su anterior encarnación.
A Los 6 años empezó su educación formal en lógica, arte, cultura tibetana, sánscrito, medicina, filosofía budista, poesía, música y arte dramático, astrología, composición y expresión. Los oráculos budistas habían profetizado desde la época del 13vo Dalai Lama, que en tiempos del Dalai Lama número 14, habría una invasión al Tíbet de parte de China que acabaría con el país.
El Dalai Lama tenía escasos 15 años cuando la China de Mao Tse Tung invadió el Tíbet. En medio de una situación delicada se vió obligado a firmar la anexión de su patria al Gobierno Chino. Tras estos hechos para salvar su vida, emigró a la India y permanece hasta hoy en el exilio.
Desde entonces el patrimonio cultural en tierras tibetana casi ha desaparecido por completo, junto a miles de tibetanos que siguen escapando de lo que queda de su patria. La vida de todas las encarnaciones divinales del Dalai Lama en estos siglos nunca han estado exentas de sacrificios, persecuciones y riesgosas decisiones que solo un Maestro de ese calibre puede manejar. Pero es la primera vez que se relata que a tan temprana edad haya estado involucrado en tan difíciles y dolorosas circunstancias.
LA FUERZA DE UN HOMBRE, UNA MUJER, UN NIÑO, UN JOVEN RESIDE EN SU INTERIOR.
El ser humano tiene grandes capacidades dentro de sí mismo. La fortaleza, la inteligencia, la voluntad, la resilencia emergen en las circunstancias más difíciles de la existencia. Cuan débiles seríamos, si dependiéramos solamente de la Personalidad, de lo que nuestros padres nos han podido inculcar. Mas el Dalai Lama no hubiese podido resistir la enorme presión a la que fue sometido desde muy joven, si no se hubiera corregido los vicios de su personalidad.
Muchas personas e instituciones promulgan la necesidad de invertir socialmente en la formación de líderes; mas cualquier intento de establecer en los niños y jóvenes grandes ideas y motivaciones, se ve defraudado por las pocas aptitudes ya formadas en su personalidad.
En estos primeros años del tercer milenio en el que nos desenvolvemos, observamos como el exceso de comodidad, de inercia, de escasa responsabilidad que los padres procuran en la vida de sus niños, a razón de otorgarles bienestar, va limitándolos en sus capacidades. La llamada generación milenial ha demostrado estar sobrepasada por los desafíos de la vida y esto ha generado un grave problema social en la vida de todas las familias modernas.
LA FORMACION DE LA PERSONALIDAD
Un niño tiene en sus 7 primeros años de vida la oportunidad de formar las bases correctas para potenciar todo lo que trae adentro. Se necesita formular más actividades en los niños, más trabajos que provoquen reflexión, toma de decisiones, y por ende templanza. Esto se no se consigue con más materias que estudiar en la escuela, ni con más juguetes o artefactos electrónicos.
La formación de una correcta personalidad, permite que el niño pueda desarrollar su verdadero Ser y sus capacidades. Mediante el buen ejemplo y el seguimiento de padres y maestros sobre las aptitudes propias del niño, se logrará optimizar su vocación, la inventiva, la libre iniciativa, la autodisciplina, la reflexión, el respeto etc., etc.
Es momento de retomar día a día lo que hace especial a un niño, lo que permite a esta pequeña personita convertirse en un adulto formidable e inolvidable como el niño de nuestra historia.
