En la actualidad, nos hemos centrado en prestar mucha atención a todo aquello que nos rodea, se busca respuesta a las interrogantes que surgen todo el tiempo por parte de la humanidad, se trata de resolver los diferentes problemas sociales con leyes, etc. Pero muy pocas veces nos hemos preguntado cuál es el origen de todo lo que ocurre.
“Conocerse a uno mismo es el principio de toda sabiduría” Aristóteles.
En la antigüedad, principalmente los griegos, supieron reconocer que sabio es realmente aquel que se conoce a si mismo, hoy, es necesario prepararse a nivel académico, ir a la primaria, secundaria, universidad, etc. Pero eso no convierte al individuo en sabio, porque si vemos un abogado, un ingeniero, ellos cometen errores, entonces sabio no es aquel que conoce solamente el mundo exterior, también es necesario conocer esa parte interna de cada uno de nosotros.
¿Qué es el mundo?
Un mundo es un conjunto de elementos, cosas y seres que conviven en un lugar bajo unas leyes determinadas, si le prestamos atención a la definición, mundo no es lo mismo que planeta, pero por asociación le llamamos “mundo» al planeta donde vivimos.
Tenemos que comprender que somos muy cambiantes, ayer no éramos los mismos que hoy somos, hoy nos podrá interesar algún hombre o mujer, pero mañana ya no, hoy nos llama la atención alguna carrera universitaria y mañana estaremos lamentando la decisión tomada. Entonces lo externo, no es el único mundo, la estructura psíquica de una persona es un mundo, a veces vemos a una persona totalmente distraída y decimos: “está en otro mundo».
“Nos encontramos pues ante dos mundos, el exterior y el interior. El primero de estos es percibido por los cinco sentidos de percepción externa; el segundo sólo puede ser percibido mediante el sentido de auto-observación interna» Del libro Psicología Revolucionaria. V.M Samael Aun Weor.
En el mundo exterior nos relacionamos con personas, caminamos, estudiamos, es todo lo observable, todo aquello que está sujeto al tiempo, la esfera social se desarrolla en una línea de tiempo, está determinada por horarios. Pero también está eso que nadie puede ver, el mundo interior donde soñamos, pensamos, deseamos, bendecimos, maldecimos.
Vemos que en el mundo exterior se cataloga al individuo por clases sociales, niveles sociales, pero en el mundo interior está clasificado según el nivel del ser, según el nivel moral de cada persona. En el mundo exterior a las personas se las acepta por ser adineradas y se las rechaza por ser pobres, pero en el mundo interior un rico o un pobre pueden tener emociones, sentimientos por igual, un hombre adinerado puede llorar, y un pobre de igual manera.
En el mundo exterior se convive con personas, animales, etc. Y si le prestamos atención, en el mundo interior ocurre lo mismo.
«Lo exterior es el reflejo de lo interior» Immanuel Kant.
Todos aquellos eventos que ocurren en nuestra vida, tiene muchísimo que ver con nuestro mundo interior, aquí tenemos que comprender que el mundo interior está determinado por tres estructuras:
La primera es la que se conoce como personalidad, la cual es un vehículo de expresión de todo ser humano, es como una máscara.
La segunda estructura por la cuál se determina el mundo interior es el ego, en la psicología es conocido como el Yo, en el cristianismo se le conoce como los siete pecados capitales, esta es esa parte negativa que se expresa en todo ser humano común como la ira, la lujuria, el odio, etc.
Y la tercera parte es la esencia, esa parte divina, esos valores innatos que traemos pero que lamentablemente se encuentran condicionados por el ego, nuestro mundo interior, nuestro país psicológico se encuentra gobernado por esa parte negativa que nos convierte en seres tan cambiantes de un momento a otro. Hoy, un ego de lujuria nos hace decirle palabras bonitas a una persona, pero mañana será otro defecto que querrá tomar las decisiones y no seremos los mismos.
Para evitar esto, se debe cambiar el centro de gravedad, es decir, debemos empezar a tomar decisiones con nuestra conciencia o esencia. Es más que obvio que el mundo necesita un cambio, y el cambio debe empezar por el individuo.
¿Pero cómo puedo hacer ese cambio?
Entendemos que todos nosotros tenemos cinco sentidos externos, los sentidos de percepción externa por los cuales ingresan impresiones, las impresiones son imágenes que al ingresar causan alguna reacción en el mundo interior, para hacer un cambio la persona debe activar un sentido interno que todos lo tenemos, ese sentido es el de la auto-observación psicológica. Este sentido nos ayudará a descubrir aquellos aspectos negativos que se mueven dentro de nosotros durante todo el día con diferentes eventos que transcurren en un momento determinado. La auto-observación es un medio práctico para aquellas personas que quieren lograr una transformación total de si mismos.
“Cuanto más se explore este “mundo interior” llamado “uno mismo”, tanto más comprenderá que vive simultáneamente en dos mundos, en dos realidades, en dos ámbitos, el exterior y el interior” del libro Psicología Revolucionaria. V.M Samael Aun Weor.